Cuando hablamos de ventas, existen dos enfoques principales: las directas y las indirectas. Entonces, ¿Cuál es la que más le conviene a tu negocio? Sin duda depende de muchos factores que te explicaremos en este artículo.
Las ventas directas son aquellas en las que tu equipo comercial establece contacto directo con el cliente, ya sea en una tienda física, en un e-commerce, o a través de otros canales como llamadas o chat. En este tipo de ventas, el vendedor es el responsable de todo el proceso, desde el contacto inicial hasta la entrega del producto o servicio.
Y, por otro lado, en las ventas indirectas, tu equipo comercial no establece contacto directo con el comprador, en su lugar, se utilizan intermediarios (mayoristas, distribuidores o revendedores) para realizar la venta. Acá no tienes control sobre el proceso de venta, ya que la transacción depende totalmente del intermediario.
Ambos enfoques de ventas tienen aspectos a favor y en contra. En las directas tenemos un mayor control sobre el proceso de venta, lo que puede resultar en una mayor calidad de servicio y una mejor atención a nuestros clientes. Además, este tipo de ventas puede ser mucho más rentable al no tener que dar una parte de las ganancias a intermediarios. Pero, una desventaja puede ser que nuestro negocio asume todo el riesgo financiero y de atención al cliente en caso de que algo pueda salir mal.
En términos de ventas indirectas, una de sus ventajas es que puedes llegar a un público más amplio y a nuevos mercados, además de reducir los costos de venta, pues tu negocio no tendrá que dedicar de manera exclusiva recursos para publicidad o para la comercialización directa. Pero una de sus desventajas es que no hay forma de tener el control de la venta hasta el final y pueden existir problemas de comunicación entre el vendedor, el intermediario y el comprador.
Para concluir, ambos tipos de ventas tienen ventajas y desventajas que deben ser consideradas antes de elegir. La elección dependerá de los objetivos y necesidades del negocio, así como de la industria y el mercado en el que opera.
Si para ti cuidar tu imagen y el detalle de tus ventas es primordial, te aconsejamos una venta directa, pero si, por el contrario, quieres despreocuparte un poco de ese proceso y quieras crecer más, puedes elegir la venta indirecta. Pero de nuevo, esto depende ¿de qué? De la visión que tienes pensada para tu negocio.
